Empezaremos por el final.
En la mañana veremos la luna.
Y por las noches algo llamado sol.
Cuando lloremos,
vamos a reír.
Y la gente nos dirá locos.
Así nos llamarán.
Ese será tu nuevo nombre.
Y ya no importará
lo que siempre importó.
Entonces descubrirás
la importancia de lo insignificante.
Ese ser inmortal
que vive, muere y renace.
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