jueves, 25 de julio de 2013

Cambio.

Tenías la mirada endurecida, los puños cerrados y una risa repleta de sarcasmo. Has sufrido, o sea no sé, tenías cara de haber pasado momentos dolorosos. Vivías enojado, contigo y con todos. No tenías problema en asumir ese enojo. Bastante sincero con tus fantasmas internos. Lo que más admiro es el hecho de que nadie podía pasarte a llevar. NADIE. Alguna ofensa sin fundamentos y se ponía rojo de impotencia, lanzaba una mirada, de esas que dan ganas de salir corriendo. Una vez intentaron asaltarlo. Que inocentes... Bastante colérico era él. Y pensar que ahora da charlas sobre controlar la ira. De alguna manera supo como ser amigo de sus monstruos internos y su enojo consigo mismo disminuyó, logrando una visión del mundo completamente diferente. No sé porque escribo esto, pero tal vez  a alguien le interese.

PD 1: El título de la entrada es "Cambio", pero quiero aclarar que él no cambió, sino que más bien se aceptó y  ya no sentía más enojo, comenzó asumiendo esos monstruos interiores, enfrentándolos. Luego ya no podían hacerle daño. Y sin este daño que él se hacía a si mismo hubo un cambio de la perspectiva de las cosas.

PD 2: Aún se sigue haciendo respetar, pero utiliza un maltrato psicológico bastante divertido. (Para el espectador, no para la víctima jeje)



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