martes, 6 de septiembre de 2011

Una flor, otra flor.. un maestro, una causa, un efecto.

Un golpe eléctrico capaz de revivirlos, una sonrisa, una mirada, un gesto... un segundo para hacer feliz a la humanidad entera. Un segundo de perfección, y entonces te das cuenta de que sí existen los momentos perfectos. Fugaces. Aquellos que quedan en tu memoria para toda la vida. A menos que ames encontrar esa felicidad en los momentos agónicos. Cada uno es feliz a su manera.


1 comentario:

Viktor dijo...

si cada quien es feliz a su manera, cada uno tiene una formula perfecta de felicidad,ese pequeñisimo golpe electrico capaz de animar la mas pequeña celula de cualquier parte del cuerpo. por eso la memoria es constante y duradera, porque guarda cada parte de nuestro ser en una madrigera.